EL DISCURSO DE ODIO DEL PRESIDENTE PETRO
A propósito de la desafortunada intervención del Presidente Gustavo Petro y sus malintencionadas declaraciones desinformando sobre la historia de Urabá hablando pestes, destilando odio contra los fundadores y pioneros de Urabá, a quienes tuvo el atrevimiento de meter en el mismo costal con unos asesinos y delincuentes, los cuales llegaron mucho tiempo después debido a la podredumbre de este estado fallido llamado Colombia, para arrasar con todo lo que se encontraban en su camino, obligando a muchos de esos pioneros a huir.
Hoy en día casi todos esos aventureros, esos distinguidos señores ya no se encuentran entre nosotros y no pueden defenderse, lo cual no es de recibo por parte de este servidor. Lo cual constituye un vil insulto a la memoria de aquellas personas emprendedoras y soñadoras que se dejaron su capital y hasta la piel en pos de cumplir su sueño y concretar su visión.
Al ser mi padre el pionero de lo que llamaron la gran quijotada cuando se le ocurrió la idea de sembrar banano en esa zona, me veo en la penosa obligación de sentar mi voz de protesta por su marcado discurso de odio, mal fundamentado, cayendo en generalizaciones y ataques que solo demuestran su desesperación por la poca ejecución, la improvisación y mala gestión de su gobierno, buscando distraer con la propuesta de una posible Constituyente para dividir y polarizar aún más el caldeado ambiente que hay en el país con un discurso populista traído de los cabellos. En vez de conciliar, buscar consensos y tratar de unir como lo haría un verdadero líder, ataca y generaliza con saña y mala fe a toda la comuna catorce de Medellín mostrando una total incoherencia y falta de rigor histórico mezclando peras con manzanas, dejando ver sus verdaderas intenciones ahora que detenta el poder.
Pero este blog aunque no trata de política si tiene una postura y una opinión muy clara frente al abuso de poder que es lo que nos ha caracterizado durante todo este tiempo. No hemos tenido mucha presencia últimamente debido a múltiples circunstancias personales, pero si seguimos paso a paso lo que sucede en el país y continuamos con varios proyectos que tenemos en marcha.
Dicho esto, sin querer entrar en polémicas inútiles, solo quiero dar claridad respecto a la verdadera historia sobre el origen de la zona bananera de Urabá y manifestar mi enorme y profundo descontento respecto a la temeraria intervención del Presidente.
ASÍ NACIÓ LA ZONA BANANERA DE URABÁ
El auténtico artífice, el pionero, el promotor, el soñador y el visionario que ideó y gestionó todo lo que hoy en día es la zona bananera de Urabá, no fue un paisa, fue un Bogotano, eso sí, con «berraquera y alma de Antioqueño».
Su nombre: JOSÉ MARÍA SALAZAR SAMPER, propietario de SALSAMCO, empresa de piedras y mármoles, que enchapó el Edificio Coltejer, el Edificio Fabricato, el Hotel Intercontinental, el Aeropuerto Olaya Herrera, entre otros muchos emblemáticos, grandes e históricos edificios de Medellín.
JOSÉ MARÍA SALAZAR SAMPER EL VERDADERO PIONERO DE URABÁ
Este pionero creció entre cultivos, caballos y ganado, estudió Arquitectura en New York, y sí, vivió en el «Poblado» en la finca “Saudades”, que adquirió con años de trabajo y esfuerzo, propiedad que figuraba a nombre de su esposa que también con su esfuerzo y apoyo ayudó a realizar ese sueño: Alicia Gaviria, de los Gaviria propietarios de GASEOSAS LUX. Allí se desayunaba con postrera de vacas de leche que pastaban en lo que era una finca.
EL SUEÑO DE UN VISIONARIO
JOSÉ SALAZAR compró a LUIS JARAMILLO SIERRA,tres (3) propiedades en Urabá. Una de ellas llamada MONTECRISTO, en Chigorodó, pasando el río. Allí en su propiedad construyó el Aeropuerto de Chigorodó, para el aterrizaje de las primeras avionetas: Las Beaver de Aerotaxi de Avianca. Lo que unió a Medellín con Urabá, ya que el aeropuerto de Turbo tenía graves dificultades por la humedad e inestabilidad del suelo.
En su loco sueño de crear la zona bananera se contactó con la UNITED FRUIT COMPANY y los convenció de venir a Urabá.
Para poder cumplir con los requisitos de hectáreas sembradas que exigía la que posteriormente se llamaría FRUTERA DE SEVILLA, hipotecó sus propiedades para financiar la siembra, pues inicialmente, amigos y vecinos propietarios de tierras pensaban que aquella visión era una total quijotada. Así fue que comenzó ese sueño que muchos tildaron de locura y que posteriormente se convirtió en realidad.
El primer semillero de banano se sembró en la Hacienda PECHINDÉ en Carepa, propiedad de Alicia Gaviria una sociedad de familia que se llamaría AGROPECUARIA SALSAMCO.
La FRUTERA DE SEVILLA montó su sede en la Hacienda LA ESMERALDA en Apartadó, también propiedad de esa sociedad. Hoy en día en esa propiedad queda el aeropuerto de Apartadó que originalmente se llamaba Los Cedros.
Ya con la FRUTERA DE SEVILLA, no sólo personas del «Poblado» sino también urabaenses, propietarios de tierras, bogotanos, costeños, caldenses, caleños, gente de todo el País, incluso compañías Holandesas, y de otros países llegaron a la región, a invertir, a crear patria para hacer de Urabá lo que es hoy en día, una fuente de riqueza , empleo, divisas y orgullo Paisa.
Posteriormente trajo a La STANDARD FRUIT COMPANY, creando así una sana competencia entre dos compradores internacionales, mejorando los precios de compra y aumentado la demanda y el ingreso de nuevas oportunidades y mayor oferta de empleo, no solamente para urabaenses, sino para todo el país.
Todo ello gracias a un hombre que con tesón y sacrificio, creyó en un sueño le puso alas y lo hizo realidad.
JOSÉ SALAZAR SAMPER fue un hombre íntegro, honesto que ayudó a muchísimas personas a salir adelante, fruto de esa generosidad y en agradecimiento a su memoria fue que pude estudiar, financiado por algunos empresarios que en su momento mi padre inspiró con su ejemplo y tenacidad. Nunca quiso figurar y nunca se le ha reconocido como debería en su momento y otros terminaron injustamente llevándose el crédito, pero en realidad fue debido a su generosidad, tenacidad y visión que Urabá empezó y prosperó, eso nadie lo puede negar. Así lo demuestra uno de los pocos reconocimientos que le hicieron de manera póstuma.
Lástima que ya no queden muchos de esos pioneros a los que JOSÉ SALAZAR ayudó e impulsó para que dieran testimonio de sus obras no sólo en Urabá sino en Medellín donde brilló como arquitecto, siendo el que ideó el andamio para poder llegar hasta arriba para poder limpiar y pintar la aguja del edificio COLTEJER cuya fachada enchapó en piedra bogotana y los interiores en mármol. En el barrio Prado centro y el centro de Medellín pueden verse aún algunos de sus trabajos en grandes casas que todavía permanecen en pie y que son considerados edificios históricos como la casa de SOFÍA OSPINA DE NAVARRO.
Al momento de morir se encontraba enchapando el Edificio del Café. Todas las ganancias que le reportaban sus trabajos las invirtió en su sueño de Urabá, creyendo firmemente en el futuro de la zona.
Allá donde estés este pequeño homenaje es para tí, te lo debemos y debería ser más grande y trascedental.
JOSÉ MARÍA SALAZAR SAMPER NUESTRO PADRE.
Jinete de la Apoteosis 